Muchas veces conversando con personas
de lo que pasa a nuestro alrededor, siempre llegamos a una frase muy
conocida "los tiempos han cambiando" nos encontramos con
que hay muchos cambios, muchos de ellos no los percibimos y volvemos
a decir "los tiempos han cambiando", pero yo realmente
pregunto ¿ El tiempo habrá cambiado? o fuimos nosotros los que
cambiamos, seria bueno reflexionar sobre eso, y no hecharle la culpa
al tiempo. el tiempo no cambia el solo sigue su transcurso, somos
nosotros los que cambiamos, cambiamos nuestras costumbres, cambiamos
de pensamientos, cambiamos de lugar, y en muchas otras cosas mas.
Recuerdo que mi colegio de primaria me
quedaba como a 2km y siempre nos veníamos caminando con mis
compañeritos de escuela, ahora los niños no quieren caminar porque
es demasiado largo para ellos y pagan trasporte escolar, y realmente
la escuela no se ha movido de lugar sigue estando a 2km de distancia,
mi mamá me empacaba mi comida para llevar a clases, ahora los niños
llevan dinero y compran mucha comida chatarra dañando desde temprano
el organismo de los niños.
Conversando con mi abuelo Encarnación
Ramírez (en otra ocasión se los presento) me cuenta de como era su
infancia y me mencionaba unas frutas raras que habían en sus niñez,
el preguntaba si las conocía, yo dije que no (realmente no las
conocía :( ) y me puse a pensar, al paso que vamos cuando yo tenga
mis hijos o nietos ellos no conocerán los mangos, jocotes, guayaba,
entre otros, ahora compramos sobresitos de sabor que solo le agregamos
agua y ya tenemos el fresco del almuerzo, porque no hay tiempo de
comprar las frutas y hacerlo de forma natural y tradicional. Nos
hemos vuelto muy consumistas solo compramos y compramos y nos
quejamos de la situación económica culpando siempre al tiempo, el
no tiene la culpa de lo que pasa, no tiene la culpa de que ya no
tengamos vida, ni que los niños pasen pegados al TV.
Podemos hacer las cosas diferentes y
aprovechar mas el tiempo, no vivamos apresurados, tomemos tiempo para
desayunar, para almorzar y escuchar lo que nos tengan que contar los
demás, tomemos el tiempo para caminar y saludar a la gente que nos
rodean (la señora de la tienda, la que nos vende la leche, etc) y
disfrutemos cada segundo que pasa.